¿Qué son y cómo pueden ayudarte a crear experiencias más satisfactorias?
Son métodos que nos permiten evaluar la experiencia de usuario en nuestras aplicaciones, sitios web, productos o servicios. Al probar la usabilidad con un grupo representativo de personas, los evaluadores determinan qué tan fácil e intuitivamente se relacionan los usuarios reales con nuestros diseños.
Antes de elegir una técnica en particular, es importante que se delimite de forma clara nuestro público objetivo, los recursos disponibles y los objetivos del test. Así podremos encontrar la metodología, las preguntas y las tareas precisas para alcanzar los resultados deseados.
Se han desarrollado muchos y distintos test para probar y validar hipótesis y decisiones de diseño. Por eso, hoy te compartimos algunos de los más destacados:
De guerrilla
Un test que consiste en visitar un lugar público — una cafetería es el ejemplo habitual — para preguntar a las personas qué piensan sobre tu producto. Los participantes del test se eligen azarosamente. Se les solicita que realicen una breve prueba de usabilidad, a menudo a cambio de un pequeño obsequio.
El test de guerrilla nos permite recopilar opiniones, impresiones y emociones de una forma relativamente simple y rápida. Como contraparte, son pruebas poco profundas y los datos y conclusiones que se obtienen de ellas deben ser tomados en cuenta bajo esa consideración.
UX Lab
Son pruebas que se llevan a cabo en espacios adaptados (laboratorios o UX Lab) y son supervisadas por un moderador. Este se encarga de facilitar a los participantes las tareas a realizar, responder a sus dudas y comentarios en tiempo real.
Es un test ideal para descubrir cómo los usuarios interactúan con el producto y qué dificultades enfrentan, además de evaluar las emociones de la persona usuaria. Nos ayudan a investigar y comprender el razonamiento detrás de los comportamientos de los usuarios.
Para aprovechar al máximo esa información, el moderador debe ser capaz de interpretar el lenguaje corporal y las expresiones faciales de los participantes. Lo que dicen de la prueba no necesariamente es lo que piensan.
La entrevista al finalizar el test también es una parte fundamental del proceso, tanto para el análisis como para la sistematización posterior.
Por supuesto, un entorno adaptado y controlado difiere del entorno real del usuario. Es importante tener esto presente, ya que existe el riesgo de crear comportamientos que no sean 100% fieles a la realidad del usuario.
Entrevistas telefónicas
Una de las herramientas UX más usadas para realizar la iteración de productos. Las entrevistas telefónicas son pruebas remotas en las que un moderador instruye a los participantes para que respondan o completen tareas desde su dispositivo.
Los comentarios se recopilan y registran para descubrir los puntos de dolor, las expectativas y los deseos de los usuarios. Un método que posee las limitaciones propias del medio elegido, pero que es una excelente opción para obtener una muestra desde diferentes partes del mundo.
Clasificación de tarjetas
Un test que permite categorizar el contenido y las funciones de una interfaz. Colocamos conceptos (sobre contenido y características) en tarjetas, que luego los usuarios manipulan y ordenan en grupos y categorías. Una vez que las clasifiquen, un moderador solicita que expliquen la lógica que utilizaron, para comprender el razonamiento de los usuarios.
El feedback recibido nos será de utilidad para organizar y jerarquizar la información en beneficio de la usabilidad. La clasificación de tarjetas nos ayuda a organizar el contenido y las características de nuestra app o sitio web.
Grabación de sesiones
Es un método que nos permite registrar las acciones que realizan los usuarios reales (de forma anónima) mientras interactúan en un sitio con un producto o servicio determinado. Un test que posibilita la detección de patrones e insights de valor para nosotros.
A través de la grabación podremos analizar y comprender cuáles son los principales problemas que enfrentan los usuarios al interactuar con nuestro producto, empatizando con ellos.
Pero no sólo visualizamos las dificultades y los puntos de dolor a solucionar, también podremos detectar oportunidades de mejora.
Conclusión
Cada test tiene sus características propias, sus ventajas y desventajas, por lo que a menudo no basta con elegir uno solo. Podemos perfectamente complementar dos o más técnicas, o elegir métodos distintos para diferentes etapas del proceso, y así aprovechar al máximo sus beneficios.
La flexibilidad es una virtud. Por eso, es importante cambiar la dirección de ser necesario, tanto para elegir un método distinto como para modificar las estrategias, las preguntas y las tareas de una prueba determinada.
Por último pero no menos importante, recordemos la aclaración hecha al principio del artículo: el test que elijamos siempre debe estar alineado con nuestro público objetivo, los recursos que tenemos disponibles y los objetivos de nuestra investigación. De esa forma, nos aseguramos que los resultados sean de valor y causen un impacto positivo en nuestros diseños, permitiéndonos crear experiencias más humanas y satisfactorias.